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Un pequeño truco para editar tu web en varios idiomas con WPML

En el podcast número 9 ya hablé sobre ¿Cómo poner tu web en varios idiomas? Hoy quería darte un breve consejo si estás utilizando algún plugin que convierte tu web en multi-idioma y te estás volviendo loco con la edición.

En concreto, me refiero al plugin de referencia WPML, que permite por unos 30€/año tener una web con WordPress en tantos idiomas como quieras.

WPML (WordPress Multilingual Plugin) es una herramienta de traducción y gestión de contenido multilingüe que permite crear sitios web en varios idiomas y administrarlos desde una única interfaz de usuario en WordPress.

En el momento de editar la web como administrador, dispones de varias pestañas para ir cambiando entre los diferentes idiomas que quieras ofrecer.

Es bastante habitual que se comentan errores en la edición de un idioma y que se edite el que no tocaba. Esto es generado en parte por la forma en la que el plugin gestiona en qué idioma estás: mediante cookies.

¡Las famosas cookies! Son un simple fichero de texto, que se guarda en tu navegador con algunos datos. En este caso, le dice a la web qué idioma te tiene que mostrar.

Imagina que estás editando en Español, ese es el valor que se guarda en la cookie. Cambias un par de veces de artículo y te piensas que estás editando en Inglés, empiezas la edición, le das a guardar y cuando vas a ver los resultados, el error ya es público. Has editado lo que no tocaba.

Cometer este tipo de errores es más común de lo que puede parecer en un primer momento. Las tareas repetitivas de copiar/pegar, hace que nuestra mente se vaya a otros lugares en busca de un descanso y desatienda la tarea principal.

Aquí te comparto la solución que utilizo para evitar este tipo de errores:

Primero haz una copia de seguridad de la web antes de editar cualquier cambio. Siempre. Por pequeño que sea. Desde Softaculous son sólo un par de clicks.

¿Ya lo tienes? Ahora sí, la solución prometida: utiliza dos navegadores diferentes

Mi navegador principal es Firefox, me gusta el funcionamiento, cómo gestiona la memoria caché y apoyo el software libre de la Fundación Mozilla. En ese editaré el idioma principal, por ejemplo, Español.

Luego, abro Chrome, el navegador de Google que controla todo lo que haces en todo momento. En ese, edito el idioma secundario, Inglés.

Aunque son navegadores muy parecidos en su entorno, cambiar entre uno y otro es una forma de despertarnos de lo aburrido que puede ser traducir una web.

  • Firefox = Idioma principal
  • Chrome = Secundario

Otra opción: utiliza la versión de incógnito del navegador

Otra opción útil cuando estás editando varios idiomas en una web, es utilizar el módo de incógnito. Puedes ver como queda la web en un idioma mientras estás editando otro, comprobar si los cambios se están aplicando bien o probar los menús de navegación sin que te cambie la cookie que tienes activa (el modo incógnito no guarda cookies una vez lo cierras).

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